LA MADRE, QUE AMPARA AL NIÑO Y NIÑA CON SU TERNURA Y SU COMPASIÓN, LE PERMITE DESARROLLAR UNA AUTOESTIMA QUE FAVORECE LA CAPACIDAD DE INTIMIDAD Y LA EMPATÍA. (PAPA FRANCISCO).
LA MADRE, QUE AMPARA AL NIÑO Y NIÑA CON SU TERNURA Y SU COMPASIÓN, LE PERMITE DESARROLLAR UNA AUTOESTIMA QUE FAVORECE LA CAPACIDAD DE INTIMIDAD Y LA EMPATÍA. (PAPA FRANCISCO).