Querida familia rechartina continuamos con ternura y confianza nuestro itinerario cristiano cuaresmal, y en este quinto domingo de cuaresma, se nos propone detenernos por un momento de nuestras ocupaciones, y acoger de corazón una Palabra de vida para cosechar y dar frutos y seguir haciendo el bien a todos y todas, que el amor fraterno nos una más a cristo que dio su vida por nosotros.